El Club Nàutic El Balís ha sobrepasado en dos meses la cifra del centenar de inscritos para el Mundial Máster de Finn 2018, que se celebrará del 18 al 25 de mayo en aguas de Sant Andreu de Llavaneres. Hasta 110 regatistas de todo el mundo se han registrado a día de hoy en la competición, donde está prevista la participación de más de 400 deportistas en las clases Máster, Gran Máster, Gran Gran Máster, Legend y Super Legend, con competidores que superan los ochenta años de edad.
Una veintena de nacionalidades
Cuatro meses antes de la competición de vela ligera ya hay confirmados regatistas de diecinueve nacionalidades diferentes. Por parte de europea, estarán representados Austria, Bélgica, Croacia, España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Holanda, Rusia, Suiza, Suecia y Ucrania. A su vez, América contará con participantes de las Bahamas, Brasil, Chile y los Estados Unidos, mientras que completan la lista Australia y Nueva Zelanda, de Oceanía.
Los mejores regatistas de la disciplina
El Mundial Máster de Finn 2018 reunirá en el CN El Balís a los mejores regatistas del mundo de esta disciplina, entre ellos el vigente campeón, el ruso Vladimir Krutskikh, que ganó el oro en 2017 y también en 2015, y olímpico en Sidney 2000. Asimismo, también destacará la presencia del canario José Luis Doreste, que retoma las regatas después de retirarse y es recordado por proclamarse oro olímpico en Seúl 1988, además de primer clasificado europeo el mismo año y campeón del mundo en 1987.
Otros de los deportistas que competirán en Cataluña serán el francés Laurent Hay, finalista de la edición del año pasado; el británico Allen Burrell, plata en los Mundiales de 2012 y 2011; el suizo Piet Eckert, cuarto clasificado mundial en 2017 y olímpico en Barcelona 1992; el holandés Thierry van Vierssen, sexto en el Mundial 2016, y el suizo Christoph Burger, que finalizó séptimo del mundo en la prueba de la temporada pasada.
Un escaparate de primer orden para el Maresme
Durante las próximas semanas irá creciendo la lista de inscritos para una prueba que significará un escaparate de primer orden para el Maresme. No sólo en el ámbito deportivo, sino también en el social y el económico, con la organización de actividades culturales y festivas durante el evento. Asimismo, la celebración de esta competición internacional se calcula que conllevará un impacto económico en el territorio de 1.250.000 euros.